1.Mejora el humor
Hacer cosas que nos gustan, disfrutar, reir… liberar endorfinas en nuestro cuerpo que mejoran nuestro ánimo. Otra hormona de la felicidad que se libera durante nuestras vacaciones es la serotonina, cuando tomamos el sol o dormimos a gusto.
2. Reduce el estrés
En nuestros días libre se reduce la carga de trabajo, ya no tenemos una lista infinita de tareas que debemos cumplir por lo que poco a poco disminuye el cansancio emocional al que hemos estado sometidos. Nos relajamos disminuyendo así nuestras preocupaciones diarias y nuestra ansiedad. Al reducirse el nivel de estrés también disminuyen las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares muy relacionadas a la tensión alta y a conductas insalubres asociadas al estrés. También se duerme mejor, ahora que no tienes tantos problemas manteniéndote despierto/a por la noche.
3. Refuerza la autoestima
Unos días de vacaciones nos permiten conocernos mejor reforzando nuestro autoconcepto. Al ser consideradas un premio, al concedernos ese refuerzo positivo consolidamos nuestra autoestima como personas valiosas que se merecen ser recompensadas. Es como darse una palmadita en la espalda y decirse “vas por buen camino, sigue así”.
4. Permite aclarar ideas
Es tiempo de reflexión para reorganizarse, aclarar las ideas y proyectarse en el futuro. Sacar nuestra mente de las preocupaciones diarias nos permite tomar distancia y reflexionar sobre aspectos de nuestra vida que de otra manera no habríamos podido al estar inmersos en una vorágine de tareas y emociones intensas. Los días libres nos dan el espacio necesario para distanciarnos psicológicamente y reflexionar sobre el rumbo que está siguiendo nuestra vida haciendo planes de futuro.
5. Aumenta la creatividad
Un buen descanso permite a las zonas de nuestro cerebro más activas relajarse. Esto permite que otras áreas puedan activarse dando pie a la estimulación de nuevas áreas poco utilizadas. Por lo tanto, el descanso aumenta considerablemente nuestra creatividad dando pie a nuevas ideas y soluciones.